El entendimiento
seducción, seguridad, inconformismo
La unión entre Tauro y Géminis puede funcionar a condición de que cada uno mire por la felicidad del otro y no se estanque en sus propias posturas. El signo de Tierra le sirve de contrapeso a Géminis, que tiende a revolotear. Aunque Tauro es desconfiado por naturaleza, una vez que toma la decisión de implicarse en una relación con Géminis, la lleva hasta sus últimas consecuencias.
En cambio, el signo de Aire no sabe muy bien lo que quiere, vacila y pierde el tiempo porque tiene miedo de comprometerse. Géminis se diferencia mucho de Tauro en el hecho de que le gustan los cambios, prefiere soñar e ir hacia donde sople el viento.
Sin embargo, cuando Géminis cae en las redes del amor, admira el sentido práctico, la consideración y la determinación de Tauro. Si quiere que la relación funcione, no tendrá más remedio que proporcionar la estabilidad que anhela el signo de Tierra, aunque eso signifique ser menos desenfadado en todos los aspectos de la vida.
Y como Géminis odia los conflictos en su relación, está dispuesto a hacer cualquier sacrificio para evitar las discusiones. Al mismo tiempo, Tauro cae completamente deslumbrado ante Géminis, que le hace perder el norte en parte, y siente una intensa atracción por el lado inconformista y el encanto del signo de Aire.
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despreocupación, infidelidad, vacilación
En general, Tauro solo habla cuando tiene algo interesante que decir. No es que sea parco en palabras, sino que sabe ir al grano sin prodigarse demasiado. El signo de Géminis es más voluble, a veces habla sin decir nada, y su verborrea puede ser impresionante. De hecho, compensa su dificultad para expresar sus emociones parloteando sin parar. Los intereses de Tauro y Géminis no son realmente los mismos, pero aun así consiguen comunicarse bien entre sí. Ambos saben expresarse con amabilidad para dar a entender lo que piensan. Si Tauro puede abrirse más y Géminis, calmarse un poco, tal vez incluso puedan divertirse juntos.
Por otra parte, las emociones son mucho más difíciles de compartir entre estos dos signos. La dulzura y la paciencia de Tauro son las armas con las que tal vez consiga que Géminis no intelectualice tanto sus sentimientos y los exprese más.
¡La confianza es el tema de discordia entre Tauro y Géminis! Si alguien trata de controlar o aprisionar a Géminis, este hará todo lo posible por escapar, aunque a menudo, utilizará medios rebuscados para no enfadarse con la persona que quiere encadenarlo. Tauro anhela una sola cosa: un vínculo sólido e indestructible con el otro.
Se trata de dos concepciones radicalmente distintas de la vida que pueden provocar conflictos si los dos miembros de la pareja no tienen claro desde el principio de su relación el nivel de compromiso que esperan mutuamente. Si Géminis empieza a poner excusas para evitar salir con Tauro, este puede ir acrecentando un recelo que desembocará inevitablemente en una falta de confianza. Sabiendo lo testarudo que puede llegar a ser un signo de Tierra, es mejor aclarar las cosas desde el principio que andarse con rodeos.
Tauro es un signo de carácter muy sensual, que necesita tocar el cuerpo y el alma de su pareja. Sin embargo, a Géminis le gusta menos despertar los sentidos que intelectualizar las relaciones íntimas. No está obligado a pasar horas en brazos de Tauro para sentirse querido y valorado. El contacto físico no es esencial para él, sino que precisa comunicarse e intercambiar pareceres. Géminis es una persona cerebral, libertina en sus emociones, a quien le encantan los juegos de seducción. El signo de Aire querría que nada se diera por sentado para poder redescubrir una y otra vez el placer de seducir. Tauro se sitúa más bien en el registro de la voluptuosidad. Como buen terrestre, solo cultiva el placer en el marco de la exclusividad y la posesividad.
Tauro es muy convencional, necesita un lugar sosegado y familiar para expandirse en la intimidad, mientras que Géminis prefiere salirse del camino marcado y probar lugares insólitos para hacer el amor. En resumen, la vida sexual de Tauro y Géminis puede ser fuente de tensiones: uno puede sentirse incómodo por la falta de emoción del signo de Aire y el otro cansarse de la poca fantasía del signo de Tierra.
Hombre Tauro y mujer Géminis: La historia entre el hombre Tauro y la mujer Géminis tiene probabilidades de durar largo tiempo si ambos están dispuestos a sacrificarse. El signo de Tierra es muy tradicionalista y no entiende por qué la mujer Géminis tiene que mariposear y provocar a otros hombres. Es posible que el leal Tauro se enfade más de una vez, pero no puede evitar admirar la actitud despreocupada del signo de Aire. Estará dispuesto a dedicarle todo su afecto y también a ofrecerle un hogar con todas las comodidades materiales posibles.
Mujer Tauro y hombre Géminis: la relación entre la mujer Tauro y el hombre Géminis puede requerir un cierto tiempo de adaptación antes de convertirse en armoniosa. El signo de Tierra sabe mostrar una gran paciencia para aportar estabilidad a Géminis y hacerle renunciar a su actitud huidiza. Por otro lado, el signo de Aire se comporta como un eterno adolescente al que le cuesta comprometerse, aunque aporta un poco de fantasía y distensión a la vida del Tauro, siempre tan organizada y pragmática.
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Tauro se caracteriza por una cierta lentitud, pero gracias a su racionalidad y a su enfoque metódico, siempre consigue sus objetivos. Con él, la improvisación está fuera de lugar. En el plano profesional, tiene afinidad con los signos de Aire, siempre que estos no malgasten en tiempo charlando.
Géminis está muy apegado a su independencia y le gusta que le den carta blanca para hacer lo que le plazca. Aprecia trabajar junto a Tauro porque le gusta aprender y, sobre todo, para aprovechar la perseverancia del signo de Tierra.
El entendimiento entre los dos puede ser constructivo siempre que ambos signos se tomen el tiempo necesario para adaptarse el uno al otro. Así, Tauro conseguirá estabilizar a Géminis y, a cambio, el signo de Aire le aportará su ayuda y flexibilidad a Tauro. Obviamente, no todo marchará sobre ruedas; a menudo habrá enfrentamientos entre ellos, porque sus diferencias crean un clima de tensión. En resumen, su colaboración no será un camino de rosas.
Si Tauro trabaja para Géminis, no conseguirá obedecer a ciegas al signo de Aire. Considera a Géminis demasiado despreocupado, irreflexivo e inestable en sus acciones, por lo que es poco probable que su colaboración dure. Si Tauro es el jefe de Géminis, admirará las dotes comerciales del signo de Aire y sus buenas maneras. En cambio, Tauro no aprecia tanto la falta de sentido práctico de Géminis y su inconstancia a la hora de trabajar. Por tanto, los conflictos parecen ser inevitables.
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Desde el punto de vista intelectual, el signo de Tierra y el signo de Aire pueden coincidir, pero eso no es suficiente para que se desarrolle una relación amistosa entre ellos a largo plazo. Si los caminos de Tauro y Géminis se cruzan, por desgracia no será por mucho tiempo. En la amistad, Tauro es fiable, leal y genuino, y le cuesta entender a Géminis, que pasa de un amigo a otro sin preocuparse realmente de la persona que tiene delante. A Tauro, que es muy fiel en la amistad y que se mueve en un círculo restringido con el que sabe que siempre puede contar, no le gusta la conducta de Géminis, que parece no tenerle apego a nadie.
La amistad entre Tauro y Géminis no es especialmente estable. Puede que se aprecien y estén satisfechos con su relación al principio de conocerse, pero nunca dura mucho. Como mucho, dura hasta que el signo de Aire comprende que Tauro nunca le aportará novedades y fantasías a cada paso. El signo de Tierra, en cambio, se cansará pronto de la imprevisibilidad de Géminis e intentará huir de él.
En este contexto, Géminis se aburrirá rápidamente de Tauro, no podrá soportar su carácter predecible y terrenal. Sobre todo, es la falta de novedad lo que le hará espaciar sus encuentros. Para que su amistad dure largo tiempo, es preciso que haya un objetivo común que los una o, de lo contrario, sus ratos juntos serán esporádicos.
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En la familia, Tauro suele ser quien se ocupa de todo en casa, dirige su pequeño mundo a golpe de batuta, planifica y se anticipa a los más mínimos detalles para que todo funcione de forma óptima. Al signo de Tierra le gusta sobre todo cuidar de su familia y crear un clima agradable en su hogar. Desde un punto de vista práctico, Géminis tiene la capacidad de sustituir a Tauro como responsable del hogar. Por otra parte, a Tauro puede molestarle el carácter desorganizado de Géminis ¡y su tendencia a hablar sin decir nada! En cambio, Géminis echa en falta la falta de imaginación de Tauro, que es muy hogareño y fiel a sus costumbres. Dentro de la familia, el acuerdo puede ser complicado porque a los dos signos les cuesta examinarse y entenderse. Por tanto, los intercambios de opiniones no son nada fácil entre ellos.
A Tauro le cuesta entender los cambios de humor de Géminis, así como su actitud despreocupada y relajada. Por otro lado, Géminis considera que Tauro es demasiado predecible y casero. Como es obvio, la convivencia entre el signo de Tierra y el signo de Aire bajo un mismo techo no será de lo más sencilla.
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